¿A dónde vas con esas prisas? ¿Ya has aprendido
a relajarte?. Si no es así te
sugerimos que visites TECNICAS
DE
RELAJACION. O sólo sacarás de aquí un saco de
ideas que no te servirán
para nada.
Ahora te vamos ha explicar un sencillo método de
auto-psicoanálisis. Es muy elemental pero de enorme alcance para
ti. Es una manera de vivir una existencia más profunda y
más equilibrada. En suma, te será muy
útil y por eso te lo enseñamos.
UN NUEVO ESTADO DE CONCIENCIA
A partir de ahora tu vida será para ti mucho más que
existir. A partir de estos momentos descubrirás la posibilidad
de un nuevo estado más lúcido, más brillante,
más consciente y más gratificante que el que ha formado
parte de tu vida hasta hoy. Es tan fácil como darte cuenta que
estás aquí, ahora. Si, tú estás
aquí, en estos precisos instantes, leyendo esta página
web. ¿Puedes sentirte a ti mismo leyendo?. Este nuevo estado de
conciencia es un darse cuenta de que estás aquí, que
estás vivo, que manejas tu cuerpo y tu vida. ¿Lo has
captado?. Detén el curso de tus pensamientos y obsérvate
a ti mismo. Tú estás aquí. Cuando leas,
siéntete a ti mismo leyendo. Cuando camines o hables,
siéntete y obsérvate a ti mismo en escena. En todas las
situaciones de tu vida, serias o cómicas, movidas o tranquilas,
siempre obsérvate y siéntete a ti mismo. Debes sentir
intensamente que estás aquí y lo que estás
haciendo. No se trata de pensar, sino de darse cuenta, ser consciente,
tener la sensación viva y clara de uno mismo haciendo lo que
estés haciendo. ¿Ahora si lo has comprendido?. Observa
que éste es un estado nuevo, más limpio, claro, feliz,
silencioso y armónico. Tú existes, vives y te das cuenta
de ello. Si no has captado todavía lo que queremos decir, no te
preocupes, relájate, no te esfuerces más. En otro momento
lo descubrirás. Si te has dado cuenta de ello y lo acabas de
experimentar también sabrás que acabas de hacer un
descubrimiento sorprendente. Verás que no puedes mantener ese
estado de serena lucidez mucho tiempo. No importa. Pero puedes volver a
situarte en él muchas veces más, cuando lo recuerdes.
Cuantas más veces, mejor.
(Inútil
seguir adelante hasta comprender lo anterior... aunque, naturalmente,
eres libre
de perder tu tiempo como te plazca. Aviso para mariposillas curiosas).
Este es el estado psicológico inicial que deberás tener
al realizar la práctica elemental del auto-psicoanálisis.
Para decirlo de otra forma: ordinariamente captas el mundo exterior a
través de los sentidos y también algo de tu mundo
interior. En el nuevo estado de lucidez que te hemos sugerido
también captas el mundo exterior e interior, pero al mismo
tiempo te sientes a ti mismo, presente y vivo en el lugar donde
estés.
El auto-psicoanálisis sirve para conocerse mejor, para arrojar
luz sobre nuestro casi infinito mundo interior y para posibilitar la
resolución de conflictos que, incluso, pueden ser la base de una
dolencia física.
COMENZAMOS...
Como ya sabrás relajar tu cuerpo, te sentarás
cómodamente en un sillón y experimentarás
voluntariamente ese estado de conciencia lúcida que acabamos de
describir. Con los ojos cerrados te convertirás en un observador
de tu propia mente.
Al estar tranquilo te darás cuenta que en tu mente hay una gran
actividad. Pero ahora la estás viendo como si de una
película se tratase. Te darás cuenta que nuestros
pensamientos siguen su curso por sí mismos. A veces hasta nos
parece pretencioso suponer que los seres humanos pensamos. ¿Te
parece una barbaridad?. Excepto en los pocos caso en que dirigimos el
pensamiento en alguna dirección muy definida, más bien
somos pensados. El pensamiento es una radio-televisión que nunca
podemos apagar. Lo experimentamos desagradablemente cuando estamos
preocupados y nos angustiamos tratando de encontrar el botón que
desconecte el aparato. Queremos dormir y nuestros pensamientos no nos
dejan.
Observa un hecho curioso. Cuando a nuestra mente llega un pensamiento
agradable nos expresamos así: "... estoy pensando que...". Ahora
bien, si aparece un pensamiento desagradable ya no nos lo atribuimos;
más bien decimos: "...¡que cosas me vienen a la
cabeza!...". ¿Qué curioso, verdad?.
Y ahora tú, tranquilamente relajado, te has convertido en un
espectador, mirando curioso la pantalla de tu mente. Tus pensamientos
pasan en procesión, uno detrás de otro,
encadenándose, asociándose, atrayéndose unos a
otros en una casi surrealista película continua.
Lo importante es que te des plena cuenta que puedes observar tu mente.
Que puedes convertirte en un espectador imparcial porque tú y
tus pensamientos son dos cosas bien diferentes.
La táctica principal del auto-psicoanálisis estriba en
ver sin juzgar. No importa cuan extraños, feos o bonitos sean
tus pensamientos. No debes rechazarlos, ni aceptarlos, ni juzgarlos.
Sólo observa. No es esencialmente difícil, a pesar del
hábito contrario. Normalmente estamos acostumbrados a irnos
detrás de ciertos pensamientos que captan nuestro
atención. Si descubres que tu atención se ha ido con un
pensamiento, vuelve a separarte de él y deja que siga su curso.
Detrás de ese vendrá otro y otro y otro. Te
sorprenderás de la cantidad de ideas "geniales" o de cosas
"importantes" para hacer que te vienen a la mente durante esta
práctica. ¡No caigas en la trampa!. No les hagas caso.
Deja que sigan su curso sin que tu atención se meta dentro de
ellos.
Así que la práctica básica del
Auto-Psicoanálisis consiste únicamente en observar tu
propia mente, pero separado de ella. ¿Curioso, no?.
Dirás: ¡y qué se espera conseguir con esto aparte
de pasar el rato?.Algo muy simple y a la vez extraordinario. Con la
práctica diaria (te sugerimos dedicar a esto al menos 15
minutos, que no es mucho) multitud de pensamientos e ideas relacionadas
con tus conflictos íntimos (temores, situaciones mal digeridas,
rencores y un largo etcétera) pasarán por la pantalla de
tu mente. Tendrás tendencia a rechazarlos, a no querer verlos...
pero ahora eres un espectador imparcial.
Te encuentras en un estado psicológico nuevo y diferente. Areas
de tu propio cerebro que nunca habías utilizado están
activas, nuevas conexiones neuronales entran en actividad. Si no tratas
de usar tu pensamiento ordinario, si no juzgas, no te involucras o no
tratas de huir de los pensamientos y escenas que tu mente evoca, una
parte hasta ahora desconocida de t6iacute; mismo se encargará de
deshacer esos nudos que tanto daño pueden hacerte al condicionar
toda tu vida. Basta que observes y confíes.
No nos inventamos nada, no son elucubraciones filosóficas o
teóricas. Carl Gustav Jung, uno de los más insignes
exploradores del mundo psíquico, observó que
existían ciertas "partes superiores de la psiquis" que
constantemente tratan de organizar, armonizar y transmitir
información útil a las "partes inferiores", incluido el
cuerpo. Tienen cierta oportunidad de hacerlo en los sueños, a
los que prestamos, generalmente, una ínfima atención. Las
posibilidades mejoran cuando aprendemos a relajar el cuerpo y la mente.
Las expectativas son magníficas cuando iniciamos la
práctica del Auto-Psicoanálisis.
¿Quieres intentarlo?. Entonces proponte realizar este sencillo
ejercicio todos los días, un mínimo de 15 minutos.
EN RESUMEN... Esta práctica simple de
Auto-Psicoanálisis consiste en:
1) Relajar el cuerpo.
2) Adquirir un estado psicológico lúcido.
3) Convertirse en espectador de la propia actividad mental. Observar
todos los pensamientos, recuerdos, ideas, imágenes... conforme
van surgiendo en la pantalla de la mente.
4) En ningún caso juzgar, rechazar, huir o implicarse en ninguno
de esos pensamientos que van apareciendo. Mantener la actitud de
observar.
5) La comprensión de esas escenas va apareciendo por sí
misma. Los nudos se van deshaciendo. El equilibrio físico y
psíquico es cada vez mayor. No hay que pensar, sólo
observar (ese observador es la parte más real de nosotros).
Ahora ya sabes todo lo que necesitas. Y recuerda: Si NO LO TIENES
CLARO, NO LO HAGAS. Si lo entiendes, adelante. En esta aventura de tu
vida: PON EN PRACTICA SOLO AQUELLO QUE SIENTAS Y NO TE PREOCUPES POR
NADA.
Por cierto... estás en una estancia tras la puerta 5 (por si no
lo sabías). Pulsa aquí para
regresar al recibidor
de la puerta 2. También puedes hacer
clic aquí y
aparecer en el recibidor de la puerta 5.
O tira para ARRIBA ,
pillas el Hilo de Ariadna y te plantas en la entrada principal... y
así vas a
dónde te de la gana. También puedes apagar el ordenador,
o no.