El Club
de los Onironautas

Manifiesto Anti-Gurú

Insisten no pocos mentores de la mística y la espiritualidad que es necesario que el discípulo busque un gurú. Se presupone que el buen gurú es aquel maestro capaz de enseñar al discípulo y elevar su nivel interior... es decir, mostrarle los secretos del Camino Interior o Desarrollo Interno. Aseguran tales escritores y enseñantes que es imprescindible que el buscador sincero encuentre un gurú. De otra forma no podrá avanzar un paso en dirección espiritual alguna.

Desde un punto de vista romántico e, incluso, literario tal afirmación es bonita, incluso bella y ha servido de base para numerosas novelas más o menos "new age". Desde un punto de vista práctico es un absoluto contrasentido. Aunque está claro que no a todo el mundo le gustan los puntos de vista prácticos.

Si un buscador cualquiera sin gurú decide pasar a ser un buscador con gurú, entonces debe comenzar a buscarlo. La pregunta fundamental es ¿qué tipo de gurú debe buscar?. Tratándose de una persona sin conocimientos especiales en materias espirituales (por eso, piensa, necesita un gurú) podemos estar seguros que acabará arrimándose a cualquier personaje que encaje en su pobre (y con bastante seguridad distorsionada) concepción mental acerca de lo que debe ser un gurú. Tal es la razón por la que algunos se hacen discípulos de "hacedores de milagros", de faquires, carismáticos, líderes o comprensivos seres humanos a la búsqueda de discípulos que, de una forma más o menos evidente, los adoren, los rodeen o simplemente los mantengan.

Según sea tu concepto de lo que es espiritualidad y desarrollo interno así será tu concepto del gurú. Por ese motivo existen tantas sectas y tantos gurús. Pero, en tales condiciones, ¿puede uno estar seguro de no perder su tiempo (o su dinero) siguiendo fielmente a tal o cual personaje, por santo o venerable que parezca?.

Tú, tal vez, estés ahora protestando, suponiendo que quien esto escribe tiene no se qué tenebrosas intenciones al discurrir de esta manera. Tal vez sigas a un gurú. Y tienes toda el derecho de hacerlo. Especialmente porque a mi no me importa en absoluto tu vida privada. Pero tal vez tu inteligencia te permita reconocer que obedecer los dictados de otra persona o, simplemente, creer a pies juntillas en la verdad inamovible de sus palabras o doctrinas... no es precisamente la vía idonea para ejercer esa inteligencia.

Muchos discípulos dicen: "las doctrinas de mi gurú no son cuestión de creer o no creer, sino de experimentar, vivenciar, comprender". Pero muchas veces la repetición de frases como ésta sirven para disfrazar la realidad objetiva: ni experimentan, ni vivencian, ni comprenden... sólo repiten automáticamente frases aprendidas y usadas como bandera en guerras santas intransigentes, fanáticas y estúpidas. La categoría de estúpido se gana haciendo estupideces. Y la mayor estupidez es repetir como verdad algo que uno no ha vivido. Incluso, en un grado mayor, intentar convencer a otros de una verdad no vivida (lo que es una forma de mentir).

Dicen en la India que "cuando el discípulo está preparado el gurú aparece". Pero tal vez el gurú ya esté a nuestro lado y se trate simplemente de verlo. Las experiencias oníricas nos acompañan toda la vida y no dejan de mostrarnos realidades tangibles de nuestro mundo interior. La Vida es una gran Maestra y estamos totalmente rodeados de ella. ¿Por qué forzosamente esperamos una figura humana con mirada brillante, larga túnica, voz melodiosa y una gran capacidad de hacernos aflorar emociones ocultas?.

Cuando las antiguas tradiciones orientales hablan del Maestro no siempre se refieren a una figura de este tipo. Más bien hablan de un Maestro Interior. Magnífica alegoría que desharía en un momento tantos tinglados que sólo sirven para esclavizar aún más el pensamiento de los humanos, cortando a pedazos nuestra libertad y creatividad. ¡Lamentable!.

Estas páginas del Club de los Onironautas no están escritas por gurús. Ni Demetrius ni Sófocles son gurús. Y con este manifiesto queremos subrayar esta renuncia. Sería muy fácil salir del anonimato y dedicarnos a dar cursillos e iniciaciones. Seríamos recibidos, estamos seguros, con cariño y devoción en muchos lugares del mundo. Podríamos crear una "maravillosa" secta de onironautas. Incluso podría reportarnos notables beneficios. No lo dudeis... conocemos a fondo la naturaleza humana y se nos dan bien los negocios. Gozamos de una estupenda experiencia en psicología y publicidad. Pero nos sentimos muy contentos de honrar nuestra libertad y la de los demás.

Desde el Club de los Onironautas hemos querido y seguimos queriendo mostrar ideas útiles. Queremos exponer ideas profundas, transcendentes y transcendentales pero no conceptos para enjaular el pensamiento de los incautos. Si las estudiais y las utilizais extraereis un grandioso rendimiento. Si preferís sólo pasar un rato y seguir por otros derroteros de flor en flor, estais en vuestro derecho. Ni debemos ni nos debeis. Como gratis os las damos las valoraciones corren por vuestra cuenta.

Aquí lo que hay es AMISTAD. Y la amistad se comparte siempre de igual a igual. Nos gustaría utilizar el término "fraternidad" pero es demasiado sublime para ser utilizado de manera correcta. Quedémonos, por tanto, con AMISTAD, en el sentido más profundo del término. Desde estas páginas os ofrecemos AMISTAD. Y desde ésta anhelamos para vosotros LIBERTAD Y PROGRESO.

¡VIVA LA AMISTAD!

¡VIVA LA LIBERTAD!

¡SURSUM CORDA! (¡Arriba los corazones!)

¡CARPE DIEM! (¡Vive el momento!)

¡Sed felices!

Os lo desean vuestros amigos

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