El Club
de los Onironautas

SUEÑO LÚCIDO vs VIAJE ASTRAL

Si queremos teorizar... tenemos todo el derecho a hacerlo. Si queremos basar nuestro conocimiento en hechos... tenemos todo el derecho a hacerlo.

Muchas veces sentimos la necesidad de tener todo "controlado" y ésto nos lleva a buscar explicaciones teóricas que nos hagan sentirnos cómodos.

Realmente no podemos negar que todo cuanto se escribe sobre dimensiones o universos paralelos tenga algo de realidad. Pero tampoco debemos acostumbrarnos a acomodarnos en las teorías por muy bonitas o resultonas que nos parezcan.

¿Podemos caer en la trampa de los conceptos?. Parece que si. Al grano: ¿Un sueño lúcido es distinto a un viaje astral?.

¿Os parece bien que avancemos en esta cuestión a partir de lo que REALMENTE conocemos? Entonces consideremos los hechos:

- Tenemos un cuerpo físico (de carne, hueso, pellejo y todo eso). Ok

- Experimentamos "algo" que piensa, sienta, sufre, ama, odia, etc, etc. Llamémosle "psiquis". Ok

- Si habeis experimentado con algunas de las llaves explicadas en la web de los Onironautas habreis descubierto un tercer elemento: "aquello" que percibe en nosotros. Eso que es capaz de observar los pensamientos, sentimientos, etc... Llamémosle "conciencia". ¿Ok?

Sabemos que nos movemos por el mundo físico con estos tres elementos (aunque el tercero no siempre parece estar presente... véase Alma-Zen de herramientas y Continuum Onírico)

Ahora vamos a dejar nuestro cuerpo reposar en su camita... nos sumergimos entre el misterioso proceso fisiológico del sueño corporal y.......... ¿Qué ocurre a partir de ahora?

Recuerda que puedes teorizar todo lo que quieras. Ya sé que habrás leído muchos libros y algunos te han gustado más que otros. Pero ¿qué es lo que tú conoces realmente al respecto?

- Bien, mi cuerpo físico queda dormido en su cama (esto lo sé porque los demás lo siguen viendo allí). Ok.

- Mi "psiquis" se mueve en un nuevo mundo que llamamos Onírico. Ok.

¿Qué ocurre con el tercer elemento, la conciencia?... pues que puede estar o no estar. O sea, que a este respecto podemos estar más o menos despiertos (o conscientes) o más o menos dormidos. ¿Ok?

¿Diferencia entre el estado de vigilia y el estado de vivencia onírica?: en el primero tenemos el cuerpo activo para los sueños y en el segundo no. O sea que movernos por el mundo con el cuerpo físico es esencialmente peligroso para su integridad puesto que soñando, soñando (si prefieres sumergido en tus propios pensamientos e interpretaciones de las cosas) te puedes pegar con alguien o dejar que te arrolle un carro (entre otras "gloriosas" opciones porque, claro está, también puedes conmoverte con un documental de TV y hacer un donativo a Médicos Sin Fronteras, lo cual siempre es preferible).

Este es el momento en que respondes, apelando a tu querida biblioteca de autores preferidos que uno puede dejar su cuerpo durmiendo y viajar por el onírico o por el astral que son dos mundos diferentes.... lo cual como ejercicio teórico no está mal pero ¿realmente sabes eso o simplemente te gusta que sea así?

Lo que verdaderamente se puede vivenciar es un estado de mayor o menor lucidez. O sea que puedes moverte por ese mundo onírico "soñando" (y por tanto proyectando tus deseos, recuerdos, frustraciones o alegrías y dejándote arrastrar de aquí para allá o bien con el tercer elemento activo y, en consecuencia, observando o contemplando y tomando tus propias decisiones).

En ambas situaciones las cosas parecen muy distintas pero, realmente, no podemos hablar de mundos, planos o dimensiones distintas. Objetivamente podemos afirmar, simplemente, que hay mayor o menor lucidez. Y las cosas son muy diferentes porque una de las características del Mundo Onírico es que todo lo que nuestra mente proyecta parece real allí. Si no proyectamos nada obtenemos una percepción objetiva, o sea, real del mundo onírico que, al fin y al cabo no es algo totalmente separado del físico. Las cosas son distintas porque desde esa perspectiva onírica englobamos una cuarta dimensión que es el tiempo (lo que hace que esas vivencias nos parezcan extraordinarias y permitan fenómenos curiosos como los que comentamos muchas veces, entre ellos, el poder despreocuparnos de la hora en que nos citemos varios amigos por allá).

A la hora de dedicarnos a nuestro querido Mundo Onírico es posible penetrar en él de diferentes formas. Lo normal es que uno se vaya a dormir y las cosas sucedan por sí mismas. Como todas las noches. También es posible penetrar en el onírico voluntariamente (digamos que adelantando un poco las cosas)...

Nos vamos a la camita, nos relajamos y despreocupamos (o sea, sin agobios). El sueño va invadiendo suavemente nuestro cuerpo y CUANDO YA ESTAMOS ENTRE DORMIDOS Y DESPIERTOS, cuando las imágenes oníricas comienzan a hacerse muy vivas, en esa frontera entre vigilia y sueño (como decía Campanilla a Peter Pan en la película Hook), cuando ya no estamos seguros de estar dormidos o despiertos... sintiéndonos algo sutil, fluido o vaporoso... NOS LEVANTAMOS. Realmente nos levantamos de nuestra cama en un acto real y voluntario. No imaginando, no pensando, no suponiendo sino LEVANTÁNDONOS realmente. Si el momento es el adecuado lo que estaremos haciendo es lo que iba a suceder de todas maneras: nuestra "psiquis" y nuestra "conciencia" se separan del "cuerpo físico". Estaremos allí, en nuestro cuarto, mientras nuestro cuerpo permanece en su camita (¡qué susto os habeis llevado cuando visteis esto por primera vez!). Podeis volar, atravesar paredes o salir por la ventana a investigar lo que querais (buen asunto para ver algunos de esos lugares comentados en Guía del Trotamundos Onírico). Esto es un "desdoblamiento consciente". Es realmente muy sencillo... sólo que a veces no creemos en las cosas sencillas y entonces todo parece muy complicado. Más todavía cuando vivimos llenos de miedos irracionales que nos limitan espantosamente.

También podeis cambiar un poco las cosas si os acostumbrais a repetir muchas veces, mientras vuestro cuerpo se dispone para su merecido reposo: "Mi cuerpo va a descansar, si a partir de ahora estoy en otro sitio que no sea mi cuarto o con otras personas, es que estoy fuera de mi cuerpo. Me daré cuenta y recordaré todo al regresar a mi cuerpo". Con el tiempo iremos consiguiendo minar, aunque sea superficialmente, las rígidas estructuras de nuestras creencias erroneas.

Una Vida enteramente distinta os aguarda si optais por la experiencia, desechando la tendencia a creer o teorizar.

Así somos los Onironautas. Desde los más remotos tiempos.

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