Por "Requiem"
Los seres vivos emanan una energía y que esta energía, de alguna manera, refleja el estado físico y psíquico del individuo. Se puede decir, por tanto, que todas las criaturas, y concretamente el hombre además de poseer el cuerpo físico, poseen otro cuerpo de índole espiritual, energético. Podríamos, revisando tratados antiguos, ver que existen muchas referencias de este cuerpo astral, al que los egipcios designaban con el nombre Ka, que significa doble.
Si las culturas antiguas mencionan lo psíquico, lo espiritual, lo etérico, las culturas de índole orientalista afirman de una manera rotunda la existencia de un ente espiritual, del cuerpo astral.
Pertenecientes a esta cultura oriental, los lamas del Tíbet han sido y son los que tienen más conocimientos sobre el cuerpo astral y practican el viaje astral de una forma habitual. Existen monjes que habitan en pequeñas celdas que no abandonan nunca y siguen una dieta muy severa. Estos lamas, de elevada espiritualidad, se dedican a viajar por el astral acumulando conocimientos y transmitiéndolos posteriormente a la comunidad.
El fenómeno de desdoblamiento se caracteriza por el hecho de que el cuerpo proyectado tiene la facultad de pasar a través de los cuerpos sólidos.
Para nuestra mentalidad, es harto difícil, pero no imposible, el viaje astral. Si queremos conseguirlo debemos practicar, tener fe y suprimir el primer obstáculo importante para lograrlo, el miedo.
A continuación, les voy a describir una serie de puntos que me han ayudado, a conseguir una mayor liberalización de la mente, primer paso del viaje astral. Los primeros obstaculos a superar son el miedo y la razón.
El miedo es el gran freno. Muchas personas tienen el temor instintivo de que abandonar el cuerpo es morir, y otras se sienten horriblemente asustadas al creer que si dejan el cuerpo serán incapaces de regresar a él.
Las teorías orientalistas aseguran que el cuerpo astral, mientras viaja por el astral, permanece unido al cuerpo físico por una cuerda energética, imposible de romper, a la que denominan cuerda de plata y que asegura el regreso a nuestro cuerpo físico.
Siempre, indefectiblemente, se puede regresar al propio cuerpo, de la misma forma en que despertamos siempre de una noche de sueño. Claro que hasta el momento no estoy aportando nada que vosotros no sepais.
Si hay algo que puede darnos miedo, es el mismo miedo, temor o angustia ante las consecuencias del "experimento". Y si el primer obstáculo es el miedo, sin duda alguna el segundo es el pensamiento y la razón, que pueden disuadirnos de escalar las altas cumbres; si la razón nos dice que podemos resbalar y destrozarnos en los abismos de las montañas, los pensamientos y la razón deben de ser rechazados.
¿Han pensado alguna vez en el pensamiento en sí? ¿Qué es y donde está? ¿pensamos con la cúspide de nuestra cabeza, con nuestra cejas, con nuestros oídos? ¿Se detiene nuestro pensamiento cuando cerramos los párpados?
No. Nuestro pensamiento está donde nosotros nos concentramos, nosotros pensamos allí donde se concentra nuestra mente.
Este hecho simple y elemental puede ayudarnos a salir de nuestro cuerpo e ir al astral.
Podemos decir que el pensamiento está localizado en nosotros mismos, en nuestro interior. El pensamiento está donde nosotros necesitamos estar, donde dirigimos que esté. El pensamiento está donde nosotros nos concentramos.
En el calor de una batalla, los hombres han recibido balazos o heridas de arma blanca sin experimentar dolor instantáneamente. Durante cierto tiempo, no se han podido dar cuenta de que estaban heridos y sólo cuando han podido pensar que lo estaban han sentido dolor y tal vez el colapso por el choque recibido. El poder de la mente es fantástico y tanto el pensar, razonar o tener temor, son frenos que retrasan nuestra evolución espiritual.
Lo que quiero dejar en claro es que nuestra mente es mas amplia y compleja que nuestros pensamientos; que nuestro subconsciente o inconsciente puede, en momentos determinados, actuar sobre el organismo aumentando sus capacidades físicas.
El proceso previo para llegar al viaje astral es la completa relajación física y mental y el control del pensamiento.
A tal fin, conviene crear las condiciones idóneas para iniciar y mantener una distensión progresiva.
Nos instalaremos en un lugar donde nos sintamos cómodos, en el que nos sea posible relajarnos por completo y nadie nos pueda perturbar.
apagamos la luz, pues siempre es un obstáculo y un freno para la concentración mental que precisamos alcanzar.
Permanezcamos sentados unos breves momentos, sin ningún plan fijo; siguiendo nuestros pensamientos, viendo como se acumulan en nuestra conciencia, queriendo llamar nuestra atención: la discusión con alguien en nuestro trabajo, las facturas por pagar, el coste de la vida, la situación del mundo y un etcétera muy largo. Yo principalmente me centro en los errores que cometi en el dia.
Ahora ¿qué hacemos con todos estos temores?. Los eliminamos por completo.
Imaginémonos que estamos sentados en una habitación oscura, y frente a nosotros se abre una gran ventana cubierta con una cortina negra. concentrémonos sobre dicha pantalla. Primero nos aseguramos de que no hay ningún pensamiento cruzando nuestra conciencia (que es la cortina negra); si algún pensamiento intenta penetrar, rechacémoslo. Podemos hacer todo esto; es sólo cuestión de práctica. los pensamientos, por unos instantes, intentarán fluctuar en el borde de la cortina (el límite de la conciencia); volvámoslos a echar atrás, con toda nuestra energía y retrocederán.
Entonces, al concentrarnos de nuevo sobre la cortina, podremos levantarla en imaginación, de forma que podamos mirar todo lo que hay más allá. Cuando hayamos logrado una impresión de vacío por un breve tiempo, experimentaremos que se produce un ruido seco parecido al crujido de un pergamino cuando se desenrolla.
En este momento es cuando podemos ver más allá de este mundo usual, el nuestro, y percibir otro mundo, en el cual las dimensiones de tiempo y espacio tienen una significación nueva y distinta.
Practicando este experimento una y otra vez, nos encontraremos que somos capaces de dominar nuestros pensamientos.
Intentemos, practiquemos, ya que si necesitamos realizar progresos, necesitamos también ejercitarnos repetidamente, hasta que nos sea dado el poder superar los pensamientos inútiles.
El pensamiento está donde el sujeto necesita que esté. Fuera de nosotros, si lo necesitamos. Procedamos a un pequeño ejercicio. Tenemos que estar solos en un lugar donde no hayan distracciones. vamos a intentar salirnos de nuestro propio cuerpo. Tenemos que estar distendidos, acostados, preferentemente, sobre una cama. Respiremos lentamente y pensando en el experimento que intentamos llevar a cabo. Tenemos que concentrarnos en un punto situado a un metro y medio o dos frente a nosotros. Cerremos lo ojos, concentrémonos; pongamos toda nuestra voluntad en el pensamiento de que yo, el yo real, el astral, vigila nuestro cuerpo desde el punto donde estamos concentrados. A fuerza de concentrarnos, súbitamente experimentamos un choque eléctrico y veremos nuestro propio cuerpo, acostado, con los ojos cerrados, a la distancia que va de nuestro cuerpo físico al punto de concentración.
Al principio cuesta un gran esfuerzo llegar a este resultado. Sentiremos como si, por dentro, fuésemos un gran balón de caucho, cada vez más tirante. Por fin, de sopetón, reventaremos con una ligera impresión de estallido, como si punzase un globo de juguete. No hay que alarmarse, por que si continuamos libres de todo miedo, iremos adelante y nada, en lo sucesivo, podrá perturbarnos; si nos dejamos dominar por el miedo, retrocederemos de nuevo dentro del cuerpo físico y tendremos que empezar en otra ocasión. Si queremos intentarlo en el mismo día, raramente lo conseguiremos. Necesitamos dormir, descansar primero.
Ya hemos salido de nuestro cuerpo con el sencillo método explicado anteriormente; estamos contemplando nuestro cuerpo físico. No nos entretengamos. Abandonémonos como si fuésemos una pompa de jabón flotando perezosamente en el aire, ya que no llegamos al peso de una pompa de jabón ahora. No podemos caer, no podemos hacernos daño. Dejemos que nuestro cuerpo físico repose. Una vez más, comprobemos que nuestro cuerpo está absolutamente cómodo antes de hacer el menor esfuerzo para levantar nuestro cuerpo astral. Ahora, dejémonos llevar, dejémonos flotar por la habitación. exploremos el techo y todos los sitios que normalmente no se ven. Procuremos acostumbrarnos a ese elemental viaje astral ya que, si no, nos será imposible llevar a cabo, felizmente, excursiones más lejanas.
En realidad, este viaje astral es fácil; no hay más dificultad que la causada por el tiempo que tardamos en convencernos de que podemos practicarlo. No cabe sentir temor, ya que un viaje en el astral es una etapa hacia la liberación.
Con la práctica, seremos capaces de ir a todas partes; mares, océanos y montañas no serán obstáculos para nuestros caminos. todas las tierras del mundo nos serán asequibles.
Cuando estemos conscientemente en el plano astral, veremos colores más brillantes que en este mundo terrenal. todas las cosas resplandecerán de vida; podremos ver partículas de "vida" a nuestro alrededor, como pequeñas motas. Es la vitalidad de la tierra, y cuando pasemos a través de pequeñas chispas, sentiremos crecer nuestras energías y nuestra potencia. Como siempre decimos, el fenómeno está, existe, pero los mecanismos de su producción, hoy por hoy, se nos escapan, los desconocemos, tenemos que seguir estudiando y practicando con tenacidad y paciencia. Los resultados que se pueden obtener al final son fantásticos y nosotros mismos seremos los primeros sorprendidos.
Os deseo toda la suerte del mundo y un muy feliz viaje.
PD.- Como mencione anteriormente el 1er factor a tener en cuenta es el miedo. Con respecto a la tecnica en mi caso me resulta bastante efectiva. Al principio conseguia desdoblarme pero me invadia la ansiedad y perdia la consciencia. El secreto esta en permanecer pasivo ante todos los fenomenos que suceden previamente al desdoblamiento. No es algo que se consiga de un dia para el otro. Pero existen diversos ejercicios para superar esta barrera mental que expondre posteriormente.
Mientas tanto solo te puedo decir "persevera y triunfaras"
¡La mejor de las suertes!
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